[es] El color naranja es un revulsivo en decoración. Es tan intenso y enérgico que resulta sumamente importante dosificarlo bien para que su impacto no sea excesivo.
Al aplicarlo en paredes de baños y cocinas es básico que sea tan solo en una de las paredes y en el resto utilizar blanco o gris. En habitaciones infantiles un buen recurso es pintar tan solo algunas líneas en naranja que aportaran un toque divertido sin cansar demasiado. Los muebles naranjas, especialmente sofás y sillones, rompen la sobriedad de entornos demasiado clásicos de tonos ocres y marrones.
El naranja aplicado en complementos es perfecto para aportar puntos de vitalidad a los espacios sin sobrecargarlos. Los pomos y tiradores naranjas, como los que presentamos aquí y que encontrarás en viefe.com, son ideales para completar interiorismos donde el naranja ya esté presente o bien para convertirse en elementos destacados de interiorismos más neutros. Es un color que nunca falla. ¿Te atreves a utilizarlo?